Homenaje a Manuel Felguérez

Francisco Castro Leñero*
francale@hotmail.com
 

A Meche

 

En las obras de Manuel Felguérez la experimentación nunca es meramente formal, nunca se sacia en sí misma, sino que es antes que nada una manera de forzar a sus medios expresivos, de obligarlos a ir más allá, a trascenderse a sí mismos para hacer posible el encuentro de esa forma llena de sentido natural.

Juan García Ponce: El diálogo entre la materia y el espíritu.
 

Manuel Felguérez, sin título 21-13, 2013. Foto: Cortesía de la Galería López Quiroga.
 

AGRADEZCO A MANUEL FELGUÉREZ y a la Universidad Nacional Autónoma de México la invitación a participar en el homenaje a un artista tan admirado y tan querido como lo es él.

Fue, como todos sabemos, la generación de Manuel Felguérez la primera que en el siglo XX mexicano decidió verse a sí misma conformada por sujetos libres y deseosos de tomar parte en el concierto de voces que formaba el arte de su tiempo. No fue fácil porque el oficialismo de aquellos años mantenía aún un apoyo incondicional a las producciones nacionalistas herederas del muralismo. La de Felguérez era, por tanto, una generación preparada y abierta como no había habido. Tal vez por ello sus integrantes demostraron una enorme fe en sí mismos y la seguridad de su permanencia artística.

El ambiente que estos artistas crearon junto a escritores e intelectuales como Juan García Ponce y Octavio Paz, entre otros, hizo posible que generaciones mayores, con intereses comunes a ellos, se sintieran parte de una cultura contemporánea y dialogante. Y fue en el bullicio y la vibración de esta Ciudad de México donde finalmente Mathias Goeritz encuentra su eco; y es entonces que Gunther Gerzso reafirma su vocación como pintor abstracto. Por su parte, Rufino Tamayo regresa porque sabe que ya no está aislado. Es con esta generación que inquietudes radicales, como las de Alejandro Jodorowsky, pueden sentirse libres y florecer.
 

Carlos Mérida, Cielos lumínicos (cielos de Texas), 1943. Foto: Cortesía de la Galería López Quiroga.

 

Mathias Goeritz, sin título, ca. 1955. Foto: Cortesía de la Galería López Quiroga.

 

Gunther Gerzso, Rojo, azul, verde, 1969. Foto: Cortesía de la Galería López Quiroga.

La generación de Manuel Felguérez creó la fiesta en la que muchos participaron y, como vemos en la gran muestra Desafíos a la estabilidad. Procesos artísticos en México, 1952-1967, exhibida en el Museo Universitario de Arte Contemporáneo, siguen aún participando… A cada quien su protagonismo y su interpretación.

Lo que no es posible negar, por otra parte, es que más allá del espíritu experimental de Manuel Felguérez, mismo que celebramos, se encuentra sobre todo una personalidad fundamental en el desarrollo de una cultura contemporánea, crítica y abierta, libre y, sobre todo, incluyente.

Manuel Felguérez ha sido un artista ejemplar en la amplitud de intereses que ha logrado abarcar a lo largo de su carrera: escultor, pintor, urbanista, artista gráfico, arquitecto… Quienes hemos tenido el privilegio de su cercanía sabemos de su pasión por el trabajo así como de una inagotable curiosidad que lo ha llevado a mantener una actitud siempre abierta a nuevas posibilidades, tanto conceptuales como materiales. Constructor básico, per se, Manuel se ha construido en la práctica cotidiana del arte. No hay misterios: hay trabajo. También hay preguntas y hay búsqueda de respuestas.
 

Manuel Felguérez, sin título 22-13, 2013. Foto: Cortesía de la Galería López Quiroga.

Cada uno de los murales que realizó durante la década de 1960 constituyen una prueba temprana y contundente de lo que refiero: algunos se han perdido, otros sufren la incuria de los años. El Mural de hierro, pieza estelar de la exposición antes mencionada, constituye un rescate invaluable de la energía creadora de Manuel. Me uno a las voces que sugieren su permanencia y resguardo dentro de nuestros espacios universitarios.

Referentes obligados para nuestra generación, los artistas que –grosso modo se identificaban con el nombre de ruptura, fueron, por su protagonismo, modelos naturales a los que podía aspirar un artista contemporáneo. Éramos nosotros un grupo de jóvenes urbanos ávidos de participar en todo lo que ocurría, atraídos por las distintas puertas que se abrían a nuestro alrededor. Más temprano que tarde, el encuentro entre generaciones parecía inevitable, pero lo que no estaba previsto era el respeto y el ánimo con los que Manuel Felguérez  se acercaría a nuestros trabajos e inquietudes, propiciando siempre una visión con expectativas que evitara siempre los callejones sin salida.
 

Manuel Felguérez, sin título 12-13, 2013. Foto: Cortesía de la Galería López Quiroga.

Y es que, si como artista, Manuel Felguérez ha encontrado siempre las maneras de movilizar sus objetivos sin renunciar a sus principios dentro de una vocación esencialmente abstracta para responder a las exigencias de un presente siempre en movimiento, como maestro, como amigo, como consejero, Manuel también ha encontrado siempre la manera de compartir su inteligencia para guiar e iluminar dudas e interrogantes en relación con objetivos que no son directamente los suyos.

La Universidad Nacional Autónoma de México lo sabe. En distintas ocasiones y circunstancias, Manuel Felguérez ha sido una voz que orienta y aclara los caminos. El homenaje que se le rinde es, sin duda, un reconocimiento de ello. Muchas otras comunidades culturales también lo han sabido y lo saben. Baste recordar el gran esfuerzo y legado que constituye el Museo de Arte Abstracto que lleva el nombre del artista en la ciudad de Zacatecas.
 

Manuel Felguérez, sin título 24-12, 2012. Foto: Cortesía de la Galería López Quiroga.

Como el gran árbol que es, Manuel Felguérez proyecta una sombra que nos acoge y refresca. Su obra es una demostración de los alcances y las posibilidades inagotables que un proyecto artístico puede tener. Su presencia nos refuerza en la esperanza de que es posible lograr grandes metas sin renunciar a la generosidad y a la nobleza. Su inteligencia nos invita y nos reta a pensar que siempre habrá una respuesta y que la oscuridad nunca será completa.

¡Enhorabuena Manuel!
 

Manuel Felguérez, sin título 3-14, 2014. Foto: Cortesía de la Galería López Quiroga.

 

*Artista plástico. Profesor de la Facultad de Artes y Diseño de la UNAM.

 

Inserción en Imágenes: 05.06.14.

Imagen de portal: Manuel Felguérez, sin título 06-12, 2012, 160x180 cm. Foto: cortesía de la Galería López Quiroga.

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