Documentos y tesoros mexicanos en la colección del Museo de Etnología de Viena

Jesús Nava Rivero*
Jesus.navarivero@univie.ac.at
 

Sala de Mesoamérica, Museo de Etnología de Viena. Imagen tomada unos meses antes del cierre del museo en 2004. Foto: Jesús Nava Rivero.

El Museo de Etnología de la ciudad de Viena (Museum für Völkerkunde) se inauguró en 1928 en el edificio ubicado en la plaza del palacio imperial Hofburg. Su historia se remonta a las primeras colecciones del Castillo de Ambras (Schloss Ambras), a finales del siglo XVI, pertenecientes al Archiduque Ferdinand II de Tirol. La colección etnográfica más antigua e importante es precisamente la que me ocupa en este artículo, “Los tesoros del México antiguo” (Die altemexikanischen Kostbarkeiten).

Las colecciones de la monarquía de los Habsburgo en los siglos XVI y XVII estaban constituidas de la siguiente manera:

1. La colección del archiduque Ferdinand II de Tirol.
2. La colección del archiduque Karl de Estiria.
3. La cámara de arte de Praga (Prager Kunstkammer) de Rudolf II.

El etnólogo Christian Feest menciona que aunque Austria nunca tuvo una colonia propia, en el Castillo de Ambras se almacenaban objetos etnográficos coleccionados que representaban el poder colonial (Fesst, 1980: 14). En 1806 se integran tres colecciones: la de James Cook, adquirida por el emperador (kaiser) Franz I en Londres; la de Johann Natterer, que entre los años de 1817 y 1835 viaja y atesora objetos en Brasil, y la de Karl Alexander Freiherr von Hügel, que de 1830 a 1836 colecciona objetos de la India, el Sureste Asiático, China, Australia y Nueva Zelanda. La mayoría de los objetos del Castillo de Ambras fueron trasladados a Viena durante las guerras napoleónicas; estuvieron primeramente en el Castillo Belveder y más tarde se convierten en el núcleo principal del Museo de Historia del Arte de Viena y del Museo de Etnología (Feest, 1990: 3).
 

Penacho azteca. Imagen tomada unos meses antes del cierre del Museo de Etnología de Viena en 2004. Foto: Jesús Nava Rivero.

El Museo de Etnología se conforma actualmente de las siguientes colecciones:

1. Colección James Cook.
2. Colección de Sudamérica y México (Natterer).
3. Colección Novora.
4. Colección Neuseeland-Reischek (Andreas Reisschek).
5. Colección de África.
6. Colección de Indonesia.
7. Colección de grupos antiguos.
8. Colección de máscaras.

 

La colección de los tesoros mexicanos

La colección de piezas mexicanas del Museo de Etnología de Viena tiene tres orígenes. El primero es la colección del Castillo de Ambras (Schloss Ambras), antecedente principal del actual acervo mexicano en el Museo. El inventario de Ambras, establecido en 1596, certifica la antigüedad de los objetos y su presencia en las colecciones imperiales de los Habsburgo. Parte de estos objetos los envió Cortés a Carlos V (Karl V); posteriormente fueron a dar a las manos del sobrino de este último, el duque Ferdinand II de la provincia de Tirol.

Un segundo e importante origen de los tesoros mexicanos lo constituye la colección que formó el fraile y botánico Dominik Bilimek, amigo cercano del archiduque Maximiliano (nombrado emperador de México); asimismo, algunas piezas proceden de la colección de Maximiliano. En el año de 1978 la colección del padre Bilimek fue comprada para el Museo de Etnología de Viena.

Una tercer origen de los tesoros del México antiguo es la colección de Philipp Becker, obsequiada por Georg Hass en Mostau en 1897 al Museo de Etnología de Viena (Nowotny, 1960: 30).
 

Vista del Museo de Etnología en la plaza del Hofburg, Viena. Imagen tomada durante la inauguración de la exposición Benin-Könige und Rituale 2007. Foto: Jesús Nava Rivero.

Para estudiar los tesoros mexicanos se encuentran tres escritos o documentos en la Biblioteca Nacional (Nationalbibliothek) en Viena. El primero es la lista de regalos que hace Cortés a Karl V.[1] El segundo es el manuscrito de 1524 de las cámaras del archiduque Ferdinand, más tarde emperador Ferdinand I (das Rationar von 1524 des Kämmerers des Erzherzogs Ferdinand, des späteren Kaisers Ferdinand I). El tercero es el inventario del Castillo de Ambras (Inventar der Ambraser Sammlung) con el título “Inuentari Weilennd der Fr: dt: Ertzherzo Ferdinanden zu Österreich ec. Loseligister gedechtnus varnussen vnd mobilien”, realizado después de la muerte del archiduque Ferdinand II de Tirol, en 1596.

A continuación realizo una descripción de estos documentos:

Lista de los regalos de Cortés al rey Carlos I (más tarde emperador Carlos V) de 1519

La lista de regalos del conquistador está incluida en las tradicionalmente llamadas “Cartas de relación de Hernán Cortés”.[2] Los manuscritos se encuentran junto con otros documentos en un códice de la Biblioteca Nacional de Viena (Nationalbibliothek). El códice lleva por signatura Handschrift Ser. Nova 1600 (hist. Prof. 1200, olim W 5279); tiene un total de 325 fojas, de las que quedaron 15 sin escribir. La primera se escribe en 1519 y la última en 1526. Es el propio Cortés quien, en el contexto de tres de ellas, las llama relación: “envié a vuestra alteza muy larga y particular relación” (carta segunda); “hice segunda relación” (carta tercera); “En la relación que envié” (carta cuarta).
 

Sala de Mesoamérica, Museo de Etnología de Viena. Imagen tomada unos meses antes del cierre del museo en 2004. Foto: Jesús Nava Rivero.

El manuscrito Das Rationar de 1524

En el manuscrito Das Rationar de 1524 se encuentra con la signatura Handschrift 7871 (hist. Prof. 47) en la Biblioteca Nacional de Viena (Nationalbibliothek). Las respectivas secciones del libro contienen apuntes de 1521 a 1524. En él fueron registradas 11 piezas mexicanas con el título “Partido de ornamentos” en el año 1524, y abarca del folio 196 al 199.

El inventario del Castillo de Ambras, 1596

El documento Inventar der Ambraser Sammlung tiene la asignatura Handschrift 8228. El inventario registró en nueve cajas los tesoros artísticos de la colección; tres de ellas contenían los siguientes objetos:

1. Un abanico de plumas.
2. Un escudo de plumas (conocido como el escudo de Ahuizotl).
3. El penacho azteca (conocido como el penacho de Moctezuma).

Se trata de obras de arte plumario muy conocidas en todo el mundo, además de que tienen una gran importancia cultural.

Aunque en aquellos primeros tiempos del coleccionismo colonial renacentista fue mucho lo que se perdió, no es pequeño el número de objetos que existen en colecciones museísticas, sobre todo en Europa y Estados Unidos. Las referencias de los inventarios de las colecciones de los Habsburgo, en cuanto a texto descriptivo, son en general tan escuetas que resulta difícil hacer comparaciones minuciosas con descripciones y explicaciones de documentos de la época. A pesar de ello, el estudio de los pocos originales aún existentes, la ayuda de los descubrimientos arqueológicos y las técnicas etnohistóricas y etnográficas recientes ayudarán a ampliar el conocimiento de los tesoros del México antiguo en Europa.
 

Escudo de Ahuizotl. Imagen tomada unos meses antes del cierre del Museo de Etnología de Viena en 2004. Foto: Jesús Nava Rivero.
 

Obras consultadas

–Feest, Christian F., “Das Museum für Völkerkunde”, en Das Museum für Völkerkunde in Wien, von Museum für Völkerkunde, 13-34, Viena, Residenz, 1980.

–Nava Rivero, Jesús, Los museos de antropología y la construcción del significado de la cultura material, bajo el aspecto de la representación mítica y su praxis en la exposición, Viena, Universidad de Viena, tesis doctoral, 2007.

–Nowotny, Karl A., Mexikanische Kostbarkeiten aus Kunstkammern der Renaissance im Museum für Völkerkunde Wien und in der Nationalbibliothek, Viena, Museo de Etnología, 1960.

 

*Doctor en Antropología cultural por la Universidad de Viena. Actualmente es lector en la misma universidad. Además es Beneficiario del Programa 2012 del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (México).

 

Inserción en Imágenes: 19.03.13.

Imagen de portal: Escudo de Ahuizotl. Detalle. Imagen tomada unos meses antes del cierre del Museo de Etnología de Viena en 2004. Foto: Jesús Nava Rivero.

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[1] Desde 1519 hasta 1526, Hernán Cortés dirigió al emperador Carlos V (el rey español Carlos I) cuatro envíos de objetos procedentes de México, sus cartas de relación, diferentes productos naturales e incluso algunos nativos. Tiempo después, en 1529, el propio conquistador llegó a la península cargado de presentes.

[2] La ley obligaba a entregar a la Corona la quinta parte de bienes (el quinto real). En algunas ocasiones ésta era mayor o resultaba más significativa por la singularidad de algunas piezas o por el deseo de que el valor de los presentes propiciara los apoyos requeridos.