La capilla del Rosario del convento agustino de la Inmaculada Concepción

Martha Fernández*
marafermx@yahoo.com
 

Planta baja del convento de la Inmaculada Concepción, Zacualpan de Amilpas, Morelos. Foto tomada de: Rafael Gutiérrez Yáñez, “Monasterio de la Concepción, Zacualpan”, en Conventos coloniales de Morelos, México, Instituto de Cultura de Morelos, Grupo Financiero GBM, Grupo Editorial Miguel Ángel Porrúa, 1994, p. 209.
 

LOCALIZACIÓN: Convento de la Inmaculada Concepción de Zacualpan de Amilpas, en el municipio del mismo nombre, en el actual estado de Morelos.
 

Historia: El convento de la Inmaculada Concepción de Zacualpan de Amilpas, Morelos, fue fundado por los padres agustinos en el año de 1535, apenas dos años después de la llegada de la orden a la Nueva España. Su construcción no comenzó, sin embargo, hasta mediados del siglo XVI, bajo la dirección de fray Juan Cruzar (o Cruzate), muerto en 1575 y quien también principió las obras del convento de Jonacatepec, además de haber sido prior del convento de Malinalco.[1] De acuerdo con Rafael Gutiérrez Yáñez, para el año de 1567 la edificación ya estaba terminada.

Del conjunto conventual del siglo XVI, se conservan la capilla abierta, la portería y el claustro. La iglesia fue reconstruida en el año de 1676 bajo la dirección de fray Diego Castellón.[2] Conservó la planta de una sola nave y la bóveda de cañón corrido, pero se agregaron arcos fajones soportados por pilastras adosadas a los muros. La barda atrial, con arcos invertidos, parece ser del siglo XIX, lo mismo que las dos capillas posas esquinadas que tiene en su muy amplio atrio arbolado.

Al costado norte de la nave de la iglesia se abrió la capilla del Rosario, un interesante edificio que data del siglo XVIII. Su fechamiento se puede establecer a partir de una pequeña espadaña en la que antiguamente se encontraba una campana, construida sobre el techo del camarín y prácticamente adosada al tambor de la cúpula de la capilla. En ella se lee la fecha “1782” y la inscripción “Esta esquila estuvo donada por el Sr obispo F Juan Ramos”. Esto nos indica que la capilla ya se encontraba terminada para ese momento.
 

Capilla del Rosario del convento agustino de la Inmacualda Concepción, Zacualpan de Amilpas, Morelos. Exterior. Vista general. Foto: Demetrio Sodi, 1966. Archivo fotográfico del Instituto de Investigaciones Estéticas, UNAM.
 

Las puertas de ingreso a la capilla tienen una profusa talla barroca, y en el interior, se levantan dos retablos: el principal, dedicado a la Virgen del Rosario, y el del muro poniente, a la Virgen de Guadalupe. En opinión de Gutiérrez Yáñez, el primero, pudo ser ofrenda “del gremio más allegado a los españoles”, en tanto que el de Guadalupe, “como en contraparte, del grupo criollo que formaban los peones de la hacienda” de Chicomocelo, que era un importante centro económico de la zona.[3] En el muro oriente, se encuentran tres fanales que, tal vez, procedían de retablos hoy desaparecidos. En el ángulo noreste se levanta un hermoso púlpito, también barroco, decorado con casetones y flores. Como remate de su tornavoz se alza una escultura que probablemente representa un ángel, mismo que perdió las alas. De acuerdo con el autor citado, el retablo de la Virgen del Rosario, la balaustrada del coro “y tal vez el púlpito y las puertas de acceso, podrían ser obra del llamado ‘Maestro de Zacualpan’, Higinio López”.[4]
 

Descripción: La capilla del Rosario del convento de Zacualpan es de planta de cruz griega mixtilínea. Al pequeño vestíbulo rectangular formado por el sotocoro, se accede a través de una portada arquitrabada que tiene las jambas almohadilladas y una cornisa volada. Los muros norte, oriente y poniente son de forma semicircular y están coronados por gallones que forman veneras. Sobre la puerta de ingreso se encuentra el coro que está cubierto por medio de una bóveda de aristas. La cúpula que cierra al centro la capilla es de planta octagonal y su media naranja, ligeramente peraltada, también está gallonada; en el extremo superior, el cimborio está decorado con pomas que resaltan entre los gallones y sirven de marco a la linternilla de planta circular que se levanta sobre ella. En los muros y en el tambor de la cúpula se abren ventanas en forma de estrella. Detrás de la capilla se encuentran el camarín de la Virgen y su sacristía.

 

Capilla del Rosario del convento agustino de la Inmaculada Concepción, Zacualpan de Amilpas, Morelos. Exterior. Vista general. Foto: Martha Fernández, 27 de octubre de 2017.

 

Capilla del Rosario, convento de la Inmaculada Concepción, Zacualpan de Amilpas, Morelos. Interior. Foto: Demetrio Sodi, 1966. Archivo fotográfico del Instituto de Investigaciones Estéticas, UNAM.
 

En lo que respecta al exterior, llama la atención la planta de la capilla, así como las estrellas que forman sus ventanas. En el tambor, la cúpula tiene pilastras y traspilastras en equina que cubren cada uno de los ocho ángulos de la obra, en tanto que en la media naranja se deslizan ocho gruesos baquetones hacia el centro de cada cara del tambor. La linternilla tiene también pilastras para enmarcar las ventanas de medio punto que dan luz al interior; se encuentra cubierta por una cúpula rematada por una esfera sobre la que se apoya una cruz.

Es de destacar la planta mixtilínea de la capilla, porque en la Nueva España se construyeron pocos edificios de esa naturaleza. Podríamos mencionar dos que, aunque de mayores dimensiones, tienen parecido con la edificación de Zacualpan: la capilla del Pocito del Santuario de Guadalupe de la Ciudad de México, que construyó el arquitecto Francisco Antonio Guerrero y Torres de 1777 a 1791, y la iglesia de Loreto, edificada por los arquitectos Ignacio Castera y Agustín Paz de 1809 a 1816. La primera es contemporánea a la capilla del Rosario de Zacualpan, y la de Loreto, aunque más tardía, tiene una estructura más parecida aún; en concreto, con el vestíbulo rectilíneo y las capillas de planta circular.

Ciertamente, amén de las dimensiones, la cúpula de planta circular de los templos citados de la Ciudad de México se diferencia de la cúpula octagonal que posee la capilla del Rosario; sin embargo, fue éste el tipo de cúpula más utilizado en la arquitectura novohispana a partir de 1666, cuando se descimbró la del crucero de la Catedral de México. Las ventanas en forma de estrella que presenta la capilla de Zacualpan también fueron muy del gusto de la arquitectura barroca de la Nueva España, especialmente en el siglo XVIII, como es el caso de las que se abren en la capilla del Pocito del Santuario de Guadalupe.
 

Sismo del 19 de septiembre de 2017: A consecuencia de ese sismo, la capilla se vio severamente afectada. Existe una muy ancha cuarteadura en el muro norte, y en el tambor prácticamente se desbarataron las ventanas y se fracturaron sus pilastras. El cimborio se abrió y muestra también grietas muy abiertas que ponen en riesgo su estabilidad. La linternilla igualmente está muy dañada pues tanto sus arcos como sus pilastras sufrieron fracturas. Las imágenes de bulto fueron retiradas por la comunidad de Zacualpan, pero quedaron expuestos los retablos, los fanales, el púlpito y las pinturas. De hecho, el retablo mayor perdió una de sus esculturas. La capilla no fue lo único que se afectó en el convento de la Concepción: la iglesia, el claustro y sus capillas posas presentan también muchos daños de consideración; sin embargo, para salvar la capilla barroca es prioritario intervenir la iglesia. I
 

Capilla del Rosario, convento de la Inmaculada Concepción, Zacualpan de Amilpas, Morelos. Interior. Foto: Martha Fernández, 27 de octubre de 2017.

 

*Investigadora del Instituto de Investigaciones Estéticas, UNAM.

 

Inserción en Imágenes: 17.02.18.

Imagen de portal: Capilla del Rosario del convento agustino de la Inmaculada Concepción, Zacualpan de Amilpas, Morelos. Cúpula. Foto: Martha Fernández, 27 de octubre de 2017.

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[1] George Kubler, Arquitectura mexicana del siglo XVI, 2ª ed., México, Fondo de Cultura Económica, 2012, pp. 178-179 y 633.

[2] Rafael Gutiérrez Yáñez, “Monasterio de la Concepción, Zacualpan”, en Conventos coloniales de Morelos, México, Instituto de Cultura de Morelos, Grupo Financiero GBM, Grupo Editorial Miguel Ángel Porrúa, 1994, p. 206.

[3] Idem.

[4] Idem.